Body planet ha creado Body cards, la manera más sencilla de aprender anatomía con imágenes impactantes. Se trata de una baraja de 11 cartas, algo más grandes que los naipes convencionales, que muestran las animaciones 3D del interior del cuerpo humano a través de una aplicación de realidad aumentada.
Este juguete educativo pretende ofrecer de nuevo a los chavales una manera diferente de aprender, con tecnología y sin bostezos, El funcionamiento es similar al de la camiseta mágica y la muñeca Amparo. Con la aplicación Body cards, descargada desde las stores de Apple y Google, apuntando con el dispositivo móvil hacia las diferentes cartas, se mostrarán en la pantalla las imágenes interactivas del interior del cuerpo. Son animaciones en tres dimensiones, que ayudan a conocer los órganos y los sistemas con volumen, apariencia real y en movimiento. ¡Sorprendente!
El contenido se estructura por sistemas o aparatos: nervioso, digestivo, circulatorio, óseo, muscular, excretor, respiratorio y reproductor. Este último se divide en dos cartas para diferenciar el aparato reproductor femenino y el masculino. El sentido de la vista y el sentido del oído completan la baraja de 11 cartas. Cada carta contiene varias animaciones con el funcionamiento del sistema, detalles y disecciones de los órganos, explicaciones, vistas ampliadas o procesos completos, como la formación de la orina o la digestión. En total, el juego contiene más de 30 animaciones.
Body cards está orientado a niños a partir de 6 años, aunque los adultos también se sorprenderán con el contenido que muestran las cartas. Es un estupendo regalo para estas Navidades, especialmente indicado para niños curiosos, amantes de la tecnología y de las ciencias. También es un fantástico complemento para reforzar o profundizar en lo aprendido en el aula.
Body cards es un juguete totalmente interactivo. El usuario selecciona lo que quiere ver pulsando los botones en la pantalla, puede girar las animaciones para observarlas en detalle desde diferentes ángulos, ampliarlas y reducirlas, y en algunos casos, diseccionarlas para ver el interior. Además, puede conocer los nombres de lo que está viendo apuntando con el puntero a las distintas partes y ampliar la información. Tanto esos términos anatómicos como los textos explicativos de los sistemas y órganos aparecen en castellano y en inglés.
Dos formas de conseguir Body cards:Para comprobar el funcionamiento y observar la calidad de las animaciones, lo mejor es descargarse la aplicación y acceder al contenido del sistema nervioso, que es gratuito. Bastará con imprimir la carta del cerebro y apuntar con la tableta o el móvil hacia ella. Si has disfrutado la experiencia, puedes adquirir la licencia para el resto de cartas en la propia aplicación o comprar la baraja completa, que incluye el código de licencia.
Para quienes ya conozcan los productos Body planet, hay que decir que el contenido es más amplio que el de la camiseta mágica, puesto que contiene el cuerpo al completo (no solo el tronco), muchas más animaciones y textos sobre el funcionamiento de cada sistema.
Body cards es más manejable que la muñeca Amparo, pensada para el uso educativo. Aunque las animaciones que contiene son las mismas que ofrecen las piezas de Amparo en posición horizontal (sobre la mesa), por su tamaño, esta baraja es idónea para usar de forma individual y llevarla a todas partes. Además, la licencia de uso es permanente.
Más de 300 centros educativos españoles y algunos más en Latinoamérica y Europa utilizan ya la camiseta mágica y la muñeca Amparo, en Infantil, Primaria y Secundaria. Body cards es el complemento ideal para estos materiales, puesto que permite al escolar tener su propio juego de cartas para el trabajo individual o en pequeños grupos. Mientras el docente presenta la materia, explica y motiva a los alumnos con la muñeca Amparo, los estudiantes pueden explorar, realizar actividades o repasar en casa con Body cards. Aunque la realidad aumentada es idónea para el aprendizaje cooperativo en pequeños grupos, las cartas también ofrecen la posibilidad de utilizar individualmente los materiales, como aconseja la situación de pandemia.
